Responsabilidad
Social Empresaria y pérdida de empleos
Dr.
Carlos A. J. Molinari
Según
publica el medio Rusia Today en español, el 2 de febrero de 2024, el Deutsche
Bank recortará en 2024, 3500 empleos, pese a que en 2023, el banco obtuvo
beneficios de U$S 4500 millones. Por su parte el diario La Vanguardia (Barcelona,
España), informa el 1 de febrero la misma noticia, pero haciendo hincapié que
la reducción de personal era el resultado de la disminución de la tasa de
ganancia del Banco, ya que en el 2022 los beneficios había sido de U$S 5030
millones. En esta última noticia, resalta que con el anuncio del Banco, había aumentado
sus acciones en la Bolsa.
Según
la revista Wired, del 11 de enero de 2024, la industria tecnológica global,
despidió a 262.146 empleados durante el año 2023. En este artículo, expone la
posición de Google, de que los despidos son un esfuerzo para reducir costos y
optimizar el desempeño de sus inversiones.
En
estos dos ejemplos, en ningún caso, se plantean los despidos en un marco de
empresas que pierden dinero, sino que al contrario, están ganando. El tema que
se plantea es simple: se reducen empleos, para ganar más.
Para
los inversores, en el caso del Deutsche Bank, despedir personal fue un anuncio
positivo, ya que aumentó el precio de las acciones.
Entonces
nos debemos preguntar: ¿Tiene sentido, con este tipo de datos, seguir
debatiendo sobre la Responsabilidad Social Empresaria?
Ya
hemos expuesto en nuestro libro, “La Responsabilidad Social Empresaria en el
capitalismo tardío” (ver Entrada del 9 de agosto de 2022), como la mentalidad
del empresario capitalista, estructurada entre la Edad Media Europea y la
Revolución Industrial, se constituyó sobre la base de la acumulación y la
competencia, o sea, sobre la base del egoísmo y el individualismo.
¿Porqué
resultaría entonces extraño, encontrarse con datos como los expuestos?
El
objetivo del empresario capitalista es ganar dinero, poniendo su
individualidad, por encima de la sociedad. Por lo tanto, solo puede ser
responsable socialmente, al nivel de la filantropía. Si quiere, puede donar
algo a la comunidad. Solo si quiere. Pero si tiene que dejar miles de personas
sin empleo para ganar más dinero, lo hace.
La
RSE como acto voluntario de las empresas, se transforma así en una abstracción,
que nunca se cumplirá. Solo una RSE, impuesta por la comunidad a las empresas,
con sustento legal, es factible de cumplir con su cometido.