EL CASO DE “BIDÚ
COLA”
La limitación del
marketing frente
al poder político
económico
En
septiembre de 2021, en distintos medios de comunicación de la Argentina, se
anunciaba que una pyme, había adquirido la marca Bidú, con el objetivo de su relanzamiento en el país, después de
casi 50 años de ausencia del mercado.
¿Qué
significaba esta marca y porqué, alguien podía estar interesado en su
relanzamiento, después de tan considerable tiempo transcurrido desde su
desaparición?
Independientemente
de lo sucedido con el nuevo titular, no es objetivo de este artículo, realizar
una historia detallada de la marca, sino establecer algunas conclusiones sobre
el porqué de su desaparición; para lo que vamos a detallar algunos
acontecimientos, que consideramos esenciales para nuestro objetivo.
La
marca nació en 1940, cuando dos hermanos italianos, que ya fabricaban cerveza,
fernet y vermouth, inventan una receta a base de hierbas, azúcar y otros
ingredientes, que eran disueltos en agua carbonatada. Nacía así la Bidú Cola, que la empresa Coca Cola encontró como competencia,
cuando dos años después arribó a la Argentina, en 1942.
Pocos
años después, en 1950, la empresa Crush,
también de los EE.UU, compra a los fundadores de Bidú, la marca y su proceso de fabricación.
En
la Provincia de Santa Fé, la gaseosa era producida por la empresa Industrial
Sodera, que llegó a envasar 74.000 botellas diarias.
Posteriormente,
en el año 1972, Coca Cola compra la
empresa Crush, operación que incluía la
marca Bidú; dos años más tarde, Bidú desaparece del mercado.
Pero
hay un dato, que incluye un artículo publicado el 14 de octubre de 2021, en el
Diario El Litoral, de Rosario, Argentina –La historia de “Bidú Cola”, la
gaseosa que le compitió a la poderosa Coca-, que entendemos puede aportar mayor
claridad, al estudio del proceso de auge y desaparición de esta marca.
Jorge
Braulio Mullor, un docente de la Universidad Nacional del Litoral, fue el
redactor del Código Bromatoloógico de la Provincia de Santa Fe, el primero a
nivel provincial en el país, que entró en vigencia en 1941, un año antes de
ingresar Coca Cola en la Argentina.
Hay que destacar, que Mullor, participó en la redacción del primer Código
Alimentario argentino, en 1953.
En
el año 1948, Mullor prohibió la comercialización de Coca Cola en la provincia, basándose justamente en el Código
Provincial, ya que el Estado no podía conocer la fórmula de la bebida. Un
argumento acertado, ya que no se podían conocer los efectos que podía tener el
producto, en la salud de la población.
Esta
situación se mantuvo hasta 1967, en que el gobierno del General Juan Carlos
Onganía, que había asumido en 1966 como producto de un golpe de estado cívico
militar contra el gobierno constitucional del Presidente Arturo Illia, modifica
el Código Alimentario de 1953, favoreciendo los intereses de las grandes
empresas nacionales y multinacionales.
Esta
situación, más la compra posterior de Crush
por Coca Cola, selló definitivamente
la suerte de la marca Bidú.
Del
estado de situación descripto, podemos extraer algunas conclusiones, en
relación con la disciplina del marketing y el papel que se le adjudica en la
creación de mercados.
La
primera de ellas es, que el entorno político económico y sus regulaciones,
constituyen un factor esencial al momento de introducir un producto en el
mercado. No es solo una estrategia de marketing centrada en el producto, la
garantía del éxito o fracaso, sino que siempre hay una predeterminación,
resultado de como los poderes públicos, entienden los intereses del conjunto de
la sociedad.
En
el caso que hemos descripto, aparecen claramente delimitadas, en este sentido,
dos etapas. Una primera, donde la gestión del Estado privilegia la salud de la
población, frente al desconocimiento de una fórmula en un producto de consumo
bebible, mientras que en la otra etapa, estamos frente a un Estado, ilegítimo
en ese caso, que privilegia los negocios sin importar otras consecuencias.
Como
se observa, las consideraciones de marketing –aunque se debe decir que para
esos años, el concepto de la disciplina, era sustancialmente diferente de lo
que entendemos hoy por ella-, quedan subordinadas a los debates sociales,
vinculados más a intereses del conjunto y al poder que posean los distintos
sectores en pugna. Es en esa dimensión, donde se decide sobre el éxito o
fracaso; sin que lo expuesto, implique desestimar el papel de ciudadanos y
consumidores, como actores sociales en todo el proceso. Aunque en algunos
casos, como el descripto, los ciudadanos no podían opinar sobre el cambio de
las reglas del juego, ya que el gobierno no era democrático y no permitía, por
lo tanto, el libre debate.
El
de Coca Cola, no era por lo tanto un
triunfo de una política comercial, sino de capacidad de influencia sobre un
gobierno.
Y
la segunda conclusión, vinculada al párrafo anterior, es que el poder económico
financiero, que en algunas circunstancias va unido al monopolio u oligopolio,
es el que dicta las condiciones para el éxito o el fracaso de un producto.
Siendo
Bidú un competidor para Coca Cola, cuando ésta última compra a
un competidor en los EE.UU., elimina a su competencia, simplemente dejando de
fabricar a la marca competidora.
Un
éxito que evidentemente, no es el resultado de una acertada política comercial,
sino simplemente consecuencia de aplicar el superior poder financiero.
Lo
que hemos querido demostrar en este breve artículo, es como el marketing, no
puede ser planteado como una actividad resultado de aplicar determinadas
técnicas en un mercado determinado, sino que es la dimensión de la política
-entendida esta como el espacio donde los ciudadanos configuran y reconfiguran
su propia sociedad-, la que crea las condiciones, o no, para el desarrollo de
productos y mercados, de acuerdo a lo que entienda en cada momento histórico,
por la defensa de los intereses del conjunto social.
Y
que el poder económico financiero de los grandes conglomerados, establece
condiciones para el desarrollo o no de determinados productos o servicios, de
acuerdo a sus intereses particulares.
Es
en ese marco, con esas limitaciones, que la disciplina del marketing, se
plantea crear y desarrollar mercados, pero siempre en condiciones que le son
dadas.
Interesante 😊
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