Ciencia, Epistemología y Administración
De la administrotecnia a la ciencia de la organización
Parte I
Dr. Carlos A. J. Molinari
I.- Introducción
Lo primero que debemos decir, es que ante la extensión de este trabajo, debido a la cantidad de temas que hemos de analizar y la diversidad de ideas en debate sobre cada uno, hemos decidido dividirlo en partes, para una mejor lectura y comprensión, tanto de nuestra visión como de los diferentes autores, provenientes de distintas disciplinas, con respecto al objeto de estudio.
Independientemente
de que desde inicios del siglo XX, la administración, o gestión de
organizaciones, o management, por su
término en inglés, ha sido objeto de debates en cuanto a su estatus científico,
es desde la segunda mitad del siglo anterior –sin establecer de esta manera un
corte estricto en el tiempo-, que se ha verificado una profundización de los
mismos acerca de la existencia, o no, de una epistemología de la
administración, así como sobre el sentido de la misma para los profesionales e
investigadores que se desempeñan en esta área.
Un debate
no menor para la disciplina, debido a la importancia de construir un método de
investigación, que posibilite dar cuenta de la realidad de los administradores,
de las organizaciones y de su funcionamiento y, a su vez, posibilitar la
construcción de modelos teóricos, que permitan a los profesionales abordar la
gestión en contextos sujetos a cambios, no solo en la dimensión económica, sino
también en la política, la cultural y la tecnológica.
En este
sentido, se da por supuesto en la generalidad de los casos, en la literatura
anglosajona, especialmente en los EE.UU., que es donde se produce la mayor
parte de lo que se denomina la teoría de la gestión, el hecho de que la
administración es una ciencia, poniendo el eje en la investigación de casos
sobre la actividad de las empresas y en sacar conclusiones sobre como el
accionar de las organizaciones exitosas, puede aplicarse al conjunto de las
empresas. Lo que no es una casualidad, ya que el considerado pionero en la
teorización sobre administración en los inicios del siglo XX en ese país, fue Frederick
Winslow Taylor, cuyo libro se titula Management
Científico; aunque es necesario señalar, que una simple lectura de su obra
la aleja del mundo de la ciencia, ya que trata sobre el disciplinamiento de la
fuerza de trabajo y la aplicación de normas y procedimientos para hacer más
eficiente a la producción; o sea la configuración de un sistema
tecnológico.
Pero esta
obra, posibilita comprender la posterior evolución del pensamiento de la
gestión, ya que el hecho de pensar metodologías para administrar la
organización, si éstas surgen de algún tipo de investigación previa, es
automáticamente considerado científico, en gran parte de la comunidad académica
y empresaria.
Esta
situación estaría exponiendo, que tanto lo que circula en los ambientes
profesionales y en las empresas, como en el ámbito académico, que tiende a
reproducir este tipo de literatura, se vincula más a la aplicación en los
negocios de fórmulas aparentemente infalibles –que duran solo unos años hasta
ser reemplazadas por otras-, como reingeniería, benchmarking, TQM, six sigma,
empowerment, organización que aprende, aprendizaje continuo, administración
basada en la evidencia, teoría del liderazgo, entre otras[1],
que a investigar y producir teoría en el marco de una ciencia[2].
En un
artículo de Crainer y Dearlowe[3],
donde éstos describen una breve historia de los principales autores e ideas
surgidas en el ámbito del management desde la década de 1980, mencionando el
tema de las modas en esta área, sostienen que en la actualidad, toda una
industria trabaja para generar liderazgo en el pensamiento. Este planteo,
revela cuál es el objetivo de la investigación en la administración y los
criterios con que se realiza, alejándola de los problemas de su estatus
científico o, la investigación acerca de la existencia de una epistemología que
le sea propia. El pensamiento transformado en una mercancía para ser ofertado
en un mercado y no, como puesto al servicio de analizar la sociedad y el papel
en la misma de las organizaciones, sean éstas lucrativas o no.
Pero esta
situación, también posibilita observar, como la principal preocupación de los
académicos en la disciplina, está centrada en la aplicación de conocimientos
para el trabajo de la gerencia, más que a determinar el carácter científico de
la misma o la metodología adecuada para investigar.
Por otra
parte, en ámbitos académicos de distintos países de Europa o América Latina,
sin excluir al propio EE.UU., han surgido también desde la década de 1980, una
serie de debates críticos acerca de la propia disciplina y también de su
estatus epistemológico.
En este
sentido, aparecen cada vez con más asiduidad, tanto en revistas académicas
como en congresos, jornadas y
conferencias, planteos con respecto a la ubicación de la administración como
ciencia, técnica, tecnología o una combinación de estas; y también crece la
influencia de los pensadores agrupados en lo que denominamos el estudio crítico
de la gestión, que la analizan a partir de modelos teóricos provenientes de las
ciencias sociales –como los estudios culturales, la teoría crítica de la
Escuela de Frankfurt, los aportes de la filosofía, la sociología del trabajo,
la antropología, los estudios sociales de la tecnología, entre otros- y que contribuyen
a renovar la administración y, por lo tanto, a brindar nuevas herramientas para
la construcción de una epistemología que le sea propia, que posibilite
comprender el funcionamiento de las organizaciones y, entre éstas, las
empresas. De esta manera, los nuevos estudios sobre el management, derivan hacia la interdisciplina y, en algunos casos,
la transdisciplina.
La
administración, se desarrolla de esta manera en un marco donde convergen, las
posiciones sobre el carácter eminentemente aplicado de sus conocimientos y las
que sostienen, la necesidad de un marco teórico que posibilite la comprensión
de las organizaciones y, desde ese lugar, la gestación de herramientas de
administración de las mismas. En ambas posiciones, en algunos casos
convergentes y en otras divergentes, conviven distintas visiones sobre si debe
considerarse una ciencia, una técnica, una tecnología o un arte, así como
distintas posturas sobre los métodos de investigación a emplear, o sobre el
carácter de sus resultados.
El
objetivo de este trabajo, entonces, es realizar un recorrido por las distintas
posiciones acerca de que debe considerarse ciencia y epistemología, así como su
método científico resultante, para posteriormente insertar en estos debates la
cuestión de la administración; esto es, si posee estatus científico y, por lo
tanto, si puede desarrollar una epistemología que le sea propia.
Para ello,
se intentará establecer un punto de partida, en cuanto a que se entiende por
ciencia, epistemología y método científico, así como otros conceptos asociados
y algunos debates y posiciones complementarias y/o contrapuestas en relación a
los mismos, que se entienden relevantes en cuanto al posterior análisis sobre
la administración en este marco teórico.
Posteriormente,
se irán exponiendo las distintas posiciones, que han caracterizado al debate
acerca de la epistemología y el método científico y los principales
representantes de cada postura. Finalmente, se ingresará en el campo específico
de las ciencias sociales, para analizar si a la luz de lo expuesto con
anterioridad, puede considerarse a la administración como una ciencia, o una
técnica, o un arte o una tecnología y, por lo tanto, si posee o puede
desarrollar una epistemología particular.
[1] A lo que
deberíamos agregar, los planteos derivados de la utilización de herramientas,
resultado de la digitalización y de la Inteligencia Artificial, que agregan aún
más complejidad y, a la vez confusión sobre la gestión. Tema este de las
tecnologías digitales y la IA, que serán tratados especialmente en el trabajo.
[2] Para
ampliar sobre esta cuestión de las modas en la utilización de las herramientas
de gestión, Ver: Jackson Mike C. Más allá
de las modas administrativas: el pensamiento sistémico para los administradores.
Innovar, Universidad Nacional de Colombia, N° 4, 1994. pp. 6-21.
[3] Crainer
Stuart y Dearlowe Des. Aquellos buenos viejos tiempos.
Revista Gestión, vol. 11 Nº 5, Buenos Aires, septiembre octubre 2006. pp.
108-114.
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